lunes, 24 de septiembre de 2012

ROSARIO O CORONA FRANCISCANA 1

HISTORIA
Una devoción mariana que se ha desarrollado en el seno de la Orden Seráfica es la corona Franciscana de las sietes alegrías de la Santísima Virgen . En 1442, en tiempos de San Bernardino de Siena, se difundió la noticia de una aparición de la Virgen a un novicio franciscano.

Este de niño, tenía la costumbre de ofrecer a la bienaventurada Virgen una corona de rosas. Cuando ingreso en la Orden de Hermanos Menores, su mayor dolor fue no poder seguir ofreciendo a la Santísima Virgen esta ofrenda de flores. Su angustia llego hasta tal punto, que decidió abandonar la Orden. La Virgen se le apareció para consolarlo y le indicó otra ofrenda diaria que le sería muy agradable. Le sugirió recitar cada día siete décadas de Ave Marías intercaladas con la meditación de los siete misterios gozosos que ella vivió en su existencia. De esta manera tuvo origen la Corona Franciscana , Rosario de las siete alegrías.




Consta de 7 Gozos]
      San Francisco "desbordaba de amor indecible a la Madre del Señor Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor de la majestad y haber tenido misericordia de nosotros. En ella sobre todo, después de Cristo, ponía toda su confianza y por eso la hizo abogada suya y de sus hermanos. Ayunaba en su honor con gran devoción, desde la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo hasta la fiesta de la Asunción" (San Buenaventura, Leyenda Mayor, 9,3).

      Los siete gozos de la Virgen es una devoción franciscana parecida al Rosario. Se remonta al siglo XV y está en el origen de la corona de siete misterios que muchos franciscanos y franciscanas llevan colgada en el cordón. Es una oración muy sencilla, fácil para todos los que desean honrar a la Virgen María, reviviendo con ella algunos misterios de la vida de su Hijo Jesucristo.

      La corona franciscana consta de 72 avemarías, con la meditación de las siete principales alegrías que la Virgen experimentó a lo largo de los 72 años que, según la tradición, duró su peregrinación por este mundo.

COLLAR DE CUENTAS: Igual que en el caso del Santo Rosario, hay un collar de cuentas para rezar las Siete Alegrías. El collar de la Corona Franciscana es conveniente para contar las oraciones, pero no se requiere para llevar a cabo la devoción. Hay 76 cuentas en un círculo, que está conectado a una medalla, y además un colgante de cinco cuentas que termina con un crucifijo y una medalla de San Francisco de Asís. El círculo contiene siete decenarios de cuentas que representan las "Ave Marías." Una cuenta de "Padre Nuestro" separa cada decenario--con una excepción. La cuenta de "Padre Nuestro" para la Primera Alegría se encuentra en el colgante, junto a la medalla conectador.
Para rezar las Siete Alegrías usando el collar de cuentas: Se empieza con la cuenta de "Padre Nuestro" más cerca a la medalla conectador. Se siguen las cuentas hasta regresar a la medalla conectador. De ahí se continúa con el colgante, pero se omite la primera cuenta (ya que se usó para iniciar la devoción). Las cuatro cuentas restantes del colgante se usan para rezar las cuatro oraciones finales. De tal manera uno llega al crucifijo.
 
  Introducción :

V. Ave María Purísima
R. Sin pecado Original concebida

† Por la señal de la Santa Cruz, † de nuestros enemigos, † líbranos
Señor, Dios nuestro. † En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.


Gozos
Primer gozo – La Anunciación.
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Segundo gozo - María visita a su prima Santa Isabel
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Tercer gozo – El nacimiento del Hijo de Dios en Belén.
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Cuarto gozo – La presentación del niño Jesús en el Templo.
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Quinto gozo – El niño perdido y hallado en el Templo.
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Sexto gozo – La Resurrección de nuestro Señor Jesucristo
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

Séptimo gozo – La Asunción y Coronación de nuestra Señora como reina
de todo lo creado.
Padre nuestro, 10 Ave María y Gloria.

 
Oraciones Finales (Son cuatro oraciones)

1) y 2) Dos Ave María en Honor de los 72 años que, según la tradición, vivió la Virgen sobre la tierra.

3) Saludo a la Bienaventurada Virgen María

Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María Virgen hecha Iglesia, y elegida por el Santísimo Padre del Cielo, consagrada por él con su santísimo Hijo amado y el Espíritu Santo Paráclito, en la que estuvo y está toda la plenitud de la gracia, y todo bien.
Salve, palacio de Dios;
Salve, tabernáculo de Dios;
Salve, de Dios,
Salve, vestidura de Dios;
Salve, esclava de Dios;
Salve, madre de Dios,
Salve también vosotras, santas virtudes, que por la gracia e iluminación del Espíritu Santo sois infundidas en los corazones de los fieles, para hacerlos de infieles, fieles a Dios.

4) Oh Dios!, que en la gloriosa resurrección de tu Hijo has devuelto la alegría al mundo entero, concédenos por intercesión de la Virgen María poder gozar de las alegrías sin fin de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Oraciones de Término

      (Se rezan dos Ave María y un Padre Nuestro, Ave María y Gloria, según la intención de los Sumos Pontífices y se hace el siguiente ofrecimiento)

     Oh dulcísima Virgen María, Madre de Dios, Reina de los Ángeles y seguro refugio de pecadores, os ruego por todos nuestros gozos, que volváis vuestra benignos ojos sobre el más intimo de vuestros devotos , y recibas con agrado esta Corona en memoria de vuestras principales alegrías. Continuad vuestro patrocinio conmigo, y aumentad mi afecto y devolución a Vos. Concédeme la gracia de ser del número de los que vos amáis y guardáis escritos de vuestro corazón virginal. Encomiendo igualmente a vuestra clementísima intercesión, la Santa Iglesia Católica, el Sumo Pontífice, la extirpación delas herejías, la perpetua paz y unión entre los principales cristianos, y finamente todos los vivos y difuntos por los que es mi intención rogar.
      Particularmente os ruego me alcancéis de vuestro Divino Hijo el perdón de mis gravísimos pecados, los auxilios oportunos para cumplir la divina ley, y la perseverancia final, que será. Virgen Inmaculada el más glorioso triunfo de vuestra intersección y de lo Divina misericordia. Amén.
Dios te salve María, llena eres….

(Se puede rezar la Letanía de la Santísima Virgen María)

V.- ¡Ave María Purísima!
R.- Sin pecado concebida
V.- En el nombre del Padre ….. Amén.





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